Consejos y Guías

Las mudanzas suelen ser más difíciles para los niños que para los adultos. Es por eso por lo que te brindamos 8 tips para hacer más fácil el proceso.

Los cambios de vivienda producen mucha tensión. Es importante preparar a los pequeños para que los nuevos estilos de vida y la rutina no les afecten demasiado. Diversos estudios determinaron que las mudanzas pueden hacer que los niños adquieran comportamientos irritables, lo cual puede derivarse en un periodo de depresión. Es deber de los padres prevenir tal situación, aliviando los altos niveles de estrés de sus hijos de una forma inteligente.

Hay factores que influyen directamente en los niveles de tensión originados por las mudanzas. No es lo mismo cambiarse de vivienda por un cambio favorable en la economía que por la muerte de un pariente cercano. También hay que reconocer que la edad de los pequeños afecta en gran medida a los resultados de la mudanza. Está demostrado que niños de una edad de inferior a los 10 años reaccionan mejor a un cambio de casa.
  
Consejos para realizar una mudanza con niños:

• Los padres necesitan dialogar con sus pequeños acerca de la mudanza. Dicha conversación debe realizarse con un mes de anticipación para que los niños puedan procesar la idea de la nueva casa. De lo contrario, solo aumentarán su estrés debido a que no saben lo que sucede en el hogar.

• A los niños les agradará saber un poco más de la nueva casa. Es tarea de los padres dar a conocer los beneficios del cambio de vivienda. Quizás esté situada en un lugar mejor, disponga de un mejor jardín, esté ubicada cerca del restaurante favorito de la familia o sea mucho más amplia.

• Es labor de los padres hacerle entender a sus pequeños que, aunque se muden hay cosas que nunca cambiarán. Este es el caso del cuidado de la mascota, sus tiempos de ocio, los almuerzos de los fines de semana. Esto es gran ayuda para decirles que la unión familiar no desaparecerá.

• Los pequeños asumen mejor la mudanza cuando se despiden de las personas y lugares que formaron parte de su infancia. Resulta muy gratificante para ellos decirle adiós a las amistades, a las plazas y parques que sin duda formarán parte de los más bellos recuerdos.

• Para algunos pequeños resulta un tanto perturbador ver como el camión de mudanza traslada todas las pertenencias de un lugar a otro. Es mejor llevar a los niños a la casa de un familiar durante esos días de cambios. De esta manera, se evitará que los niños eleven su nivel de ansiedad.

• Después de la mudanza, los padres deben poner una atención especial al dormitorio de los pequeños. Los progenitores tienen que preparar dichas habitaciones e incluir todos los muebles y pertenencias de los niños. Tal acción contribuirá a darle una mayor seguridad a los niños.

• Todos los niños requieren de un tiempo para adaptarse a su nuevo hogar. Es tarea de los padres el incentivarlos a conocer los ambientes que rodean a la nueva casa. Dichos progenitores pueden llevar a sus hijos a conocer las heladerías, pizzerías y parques cercanos a la nueva vivienda.

• Será más fácil para los pequeños asumir la mudanza si hacen nuevas amistades durante los primeros días. Los padres deben ayudarlos a conseguir este objetivo, indicándoles que toda amistad inicia por un buen saludo. Solo así podrán conseguir la aprobación de los nuevos vecinos.