La sala de estar es una de las estancias comunes más importantes de nuestro hogar, en ella pasamos mucho tiempo, ya sea solos, con la familia o los amigos. Decorar nuestra sala de una forma que saque a relucir todos sus potenciales nos ayudará a convertirla en un lugar cálido y cómodo en el que querremos pasar horas y horas. Una de las características más importantes a la hora de decorar una sala es la gama cromática que elijamos para decorarla, por ello, los colores para salas son tan importantes.
Una de las preguntas que puedes hacerte en la decoración de salas pequeñas es: ¿de qué color debo pintar las paredes? Existen algunas alternativas que te ayudarán a ampliar el espacio, en general, se trata de colores neutros y claros. Entre los colores para salas, el color blanco es todo un acierto para decorar una casa pequeña. Este color hará que tu pequeño salón parezca más grande, algo que puede irte de fábula si tienes un salón pequeño. En resumen, una apuesta segura en espacios pequeños, es la decoración en color blanco.
Si el color blanco te parece demasiado nuclear, una apuesta segura es la de pintar tu sala de estar en blanco roto. El blanco roto (o sucio) se caracteriza por tener unas gotas de blanco o negro en su composición, dándole un toque menos luminoso, pero con un efecto sobre las paredes muy similar.
Una alternativa al color blanco, es el color gris claro para tu sala, que puede ayudarte a decorar de forma elegante tu sala de estar. Este color también amplia el espacio y puedes combinarlo con una pared algo más oscura para ganar profundidad.
El color beige es un color blanco entre tierra y amarillo muy flojito que puede ayudarte a decorar tu sala de estar haciéndola más grande. Este color conseguirá darle calidez y armonía a una sala de estar pequeña.
